YO TAMBIÉN PUDE TENER CIEN AÑOS DE SOLEDAD
Historias que surgen en Twitter, en forma de tuits, uno detrás de otro, sin poder parar. Historias como "Yo también pude tener cien años de soledad":
"Iba todos los días a la estación. Y todos los días veía
pasar el tren. Y todos los días me preguntaba si no debería haberme subido.
En realidad al principio no era así. Al principio solo lo
veía pasar, cada día a la misma hora. Y me decía que jamás me atrevería a
subir.
Después, las dudas. ¿Me subo? ¿No me subo? No, no debería.
Pero es que llegaba tan veloz, tan seguro de sí mismo, que deseaba verlo por dentro,
saber cómo era, cruzar esa puerta y poder ver todos los seguramente preciosos
lugares que atravesaba en su camino.
En silencio, el tren gritaba mi nombre, y yo cada día, me
acercaba más a su puerta, la última de la cola.
Hasta que un día, decidí dar un salto y subir.
Y el viaje... El viaje no fue exactamente como esperaba. El
paisaje era bonito, a veces impresionante, pero de vez en cuando, vaya
frenazos... Acelerones, paradas... Una vez estuvo a punto incluso de
descarrilar.
Y daba miedo. A veces me daba miedo, y me preguntaba si no
me habría equivocado. Si no estaría mejor en lo que siempre había considerado
mi casa, sin altibajos, sorpresas y sobresaltos.
Pero no. No cambio la emoción del viaje por el aburrimiento.
Ni la ilusión por la desidia, ni la vida por aquello que tenía que no sé cómo
llamar. No. Aunque lo perdiera todo, un segundo de mi viaje habría valido más
que cien años de soledad."
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