Si me quieres, déjame tomar mis propias decisiones.
Si me quieres, deja que me relacione con la gente que me
gusta, que me aporta. Con la gente que disfruto.
Si me quieres, deja que vista con la ropa que me siento a
gusto.
Si me quieres, déjame libre, porque yo quiero mi libertad
contigo.
Si me quieres, ayúdame con mis problemas. No me hundas más
en ellos.
Si me quieres, haz que tenga cada día una sonrisa en la
boca, no el temor de que algo de lo que hago digo o pienso, te disguste.
Si me quieres, deja que sea yo. No quien tú has pensado que
debería ser.
Y si no, mejor, te marchas.