QUIZÁ NUNCA LLEGUE A DEFINIRME
Quizá nunca pueda definirme. Porque igual nunca llego a
conocerme.
Quizá sea imposible encontrar algo que permanezca siempre
igual dentro de mí.
Mis pensamientos siempre se desordenan. Mis sentimientos
juegan conmigo. No hay pilares que soporten el peso de todos los años, el peso
de lo vivido, sufrido y disfrutado. Uno cae, y otro se levanta. O igual habían
caído dos.
Busco algo que haya permanecido siempre, lo que no se ha
movido, y no es bastante. Todo gira, todo flota, todo se pierde y me pierde.
Quizá no sepa buscar. Tal vez sea la impaciencia. Porque siempre que lo intento
lo dejo por imposible, sin haberlo intentado realmente.
Yo quería conocerme, y muchas veces pensé que sabía cómo
era. Pero luego descubrí que ni me había acercado probablemente.
A los demás, les conozco como nadie. Detecto sus virtudes,
sus imperfecciones. Sobre todo las que esconden. Veo a través de las fachadas
como si no hubiera nada. Pero hay una
fachada que me es imposible traspasar.
Así que juego en desventaja. Así que no me pidas que te
explique lo que no entiendo ni yo. No me pidas que te cuente cómo soy. Si
quieres saberlo, simplemente estoy aquí. Descúbrelo.
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