NIÑO DE CUNA
Estaba dormida, y otra vez ese llanto...Ese llanto que no cesa, que no
me deja vivir. Estoy cansada, agotada, y ya no me quedan fuerzas. Pero
aun así, sé que debo levantarme y llegar hasta su lado. Sé que necesita
mis brazos, que necesita mi cuerpo. Necesita mi calor. Y él es todo para
mí. Iría hasta a los infiernos solo por estar con él.
Me incorporo, cruzo el estrecho pasillo y me acerco a su cunita, y le cojo entre mis brazos, y le siento, y siento el mundo a mis pies. Ya no llora, ahora sonríe. Me sonríe. Y solo por un instante, llego a sentirme feliz.
Y otra vez esos golpes en el pecho que me despiertan del todo. Y ahora ya no veo nada. Solo unos brazos vacíos. Siento frío, un frío helado, pero dentro, en el pecho. Siento náuseas. Y no me puedo mover.
Me incorporo, cruzo el estrecho pasillo y me acerco a su cunita, y le cojo entre mis brazos, y le siento, y siento el mundo a mis pies. Ya no llora, ahora sonríe. Me sonríe. Y solo por un instante, llego a sentirme feliz.
Y otra vez esos golpes en el pecho que me despiertan del todo. Y ahora ya no veo nada. Solo unos brazos vacíos. Siento frío, un frío helado, pero dentro, en el pecho. Siento náuseas. Y no me puedo mover.
"Abre los
ojos", me digo. "Abre los ojos y mira". Y me obligo, y los abro. Como
ayer, como anteayer. Y los dirijo a su cuna, a mi cuna. A su vida, a mi
vida, a esa vida que se fue. Y no hay nada. Y me duele. Duele tanto que
me rompo. Y en medio de este vacío, le recuerdo. Recuerdo diez mil
momentos, su sonrisa, y sus manos en las mías.
Y parece que hace un
siglo cuando mi vida era mía. Cuando lo tenía todo. "Lo tenía todo"
pienso. Y una mueca parecida a una sonrisa quiere atravesar mi rostro,
que se niega a sonreír. Porque no tenía nada hasta que le conocí. Porque
ya en aquel momento intuí que todo lo que tenía no valdría para nada si
un día me faltaba él. Y por desgracia hoy lo sé. Y hoy lo daría todo,
todo, por tenerlo un segundo entre mis brazos y desaparecer con él.
3 comentarios
Sublime. Qué dolor. Si es autobiográfico, no creo que haya palabras, pero igualmente te mando un abrazo muy fuerte. Paz, serenidad y fuerza para seguir.
ResponderEliminarPor suerte no lo es, pero el miedo a perder lo que más quieres te hace ponerte en el lugar y sentir como propio algo que no has vivido.
ResponderEliminarJoder, que duro este relato... Siendo padre lo vives como algo doloroso solo imaginarlo. Bien plasmado...
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