facebook twitter Email

ESTHER COLLADO

Enlazando palabras y obteniendo melodías.

Fue hace nada y fue hace un siglo. Lo dejé entrar en mi vida y poco a poco fue invadiendo todo mi espacio, hasta que me dejó reducida a nada. A nada que valiera la pena.

Solo yo tuve la culpa, no caben excusas. Pero también he de decir que prácticamente no tuve posibilidad de reacción. Cuando me quise dar cuenta, ya dominaba mi vida, y me sentía tan débil que era incapaz de sacarlo de allí. Se llevó cualquier atisbo de felicidad que hubiera estado conmigo, y me convirtió en nervios y ansiedad; en noches plagadas de horas sin dormir, sin otra cosa en que pensar ni que hacer, más que dejarme consumir por él. Él. El miedo.

Es difícil no acordarse de esa sensación de temblor constante. De que te hablen y no escuches, porque no puedes pensar más que en lo que te obsesiona. De soledad, porque al final te quedas solo, no porque los demás se vayan, que los hay que se van, sí. Pero también hay otros que se quedan. Aún así, te quedas solo, porque están, pero no te entienden. Y eso también se llama soledad.

Eres y no estás, o estás y no eres, no sé. Caes en picado. Y eres débil, cada vez más. Y él sabe aprovecharse de tu debilidad. Es un experto. Así que él sigue su camino, haciéndose cada vez más fuerte, mientras tú vas empequeñeciendo. Tanto, que parece que vayas a desaparecer.

Pero incluso cuando parece que no tienes fuerzas, siguen estando. Siempre queda algo de lo que fuiste una vez. De lo que eres, en realidad, aunque el miedo lo haya escondido. Y de una pequeña chispa puede nacer una hoguera, que crece y se propaga con más fuerza cada vez.

Esa chispa estaba dentro de mí, igual que el miedo. Pero le pudo. Le pudo el día que decidí sustituir el miedo a morir por la ilusión de vivir sin pensar en el mañana. El día que me di cuenta de que no podía controlar mi vida, ni saber qué me depararía el futuro. El día que decidí disfrutar de cada segundo sin más. El día que entendí que no era dueña de mi destino, pero sí de cómo afrontarlo. El día que dejé de preocuparme por morir mañana, porque ya, lo único que me importa es hoy.  
Share
Tweet
Pin
Share
No comentarios
Newer Posts
Older Posts

Seguidores

SÍGUEME

  • facebook
  • Blueskay

Esther Collado

Esther Collado

Páginas

  • ACERCA DE MÍ
  • LA ENTROPÍA DE LAS OLAS
  • LA JOVEN QUE PERDIÓ SU ESTRELLA

La Entropía de las Olas, ya a la venta

La Entropía de las Olas, ya a la venta

Facebook

Esther Collado

Categories

  • COLABORACIONES
  • EL RINCÓN DE LAS LETRAS
  • HABLANDO DE LIBROS...
  • PEQUEÑAS CREACIONES
  • POESÍA

recent posts

Blog Archive

  • ►  2025 (1)
    • ►  marzo 2025 (1)
  • ►  2024 (2)
    • ►  noviembre 2024 (1)
    • ►  septiembre 2024 (1)
  • ►  2021 (3)
    • ►  diciembre 2021 (1)
    • ►  noviembre 2021 (1)
    • ►  junio 2021 (1)
  • ►  2020 (3)
    • ►  diciembre 2020 (2)
    • ►  noviembre 2020 (1)
  • ►  2018 (5)
    • ►  septiembre 2018 (1)
    • ►  abril 2018 (2)
    • ►  marzo 2018 (1)
    • ►  enero 2018 (1)
  • ►  2017 (2)
    • ►  marzo 2017 (1)
    • ►  febrero 2017 (1)
  • ▼  2016 (10)
    • ►  octubre 2016 (1)
    • ►  agosto 2016 (2)
    • ►  julio 2016 (1)
    • ▼  mayo 2016 (1)
      • MORIR MAÑANA
    • ►  abril 2016 (3)
    • ►  marzo 2016 (1)
    • ►  febrero 2016 (1)
  • ►  2015 (29)
    • ►  diciembre 2015 (1)
    • ►  noviembre 2015 (4)
    • ►  octubre 2015 (3)
    • ►  septiembre 2015 (3)
    • ►  agosto 2015 (6)
    • ►  julio 2015 (8)
    • ►  junio 2015 (4)
  • ►  2014 (2)
    • ►  marzo 2014 (1)
    • ►  febrero 2014 (1)
  • ►  2013 (16)
    • ►  diciembre 2013 (1)
    • ►  noviembre 2013 (2)
    • ►  agosto 2013 (1)
    • ►  junio 2013 (1)
    • ►  mayo 2013 (2)
    • ►  marzo 2013 (3)
    • ►  febrero 2013 (6)

Vistas de página en total

Created with by ThemeXpose | Distributed by Blogger Templates